Por ahora nadie necesita un destino;
bastan sólo unos saltos con locura
algún piquero desde el barranco,
un grito triunfante al salir a flote
y luego otro sorbo de cerveza
para que la corriente no nos lleve este circo
ni apague las ganas de reír durante el regreso.
0 Comments:
Post a Comment
<< Home